María, joven ganadera: "O prezo do leite non é culpa da orixe, senón dos intermediarios"
Los precios se han disparado y el malestar entre los consumidores va en aumento. Con el paso del tiempo, llenar la nevera se ha convertido en un lujo: el coste de la cesta de la compra se ha multiplicado y la búsqueda de responsables sigue abierta. De momento, todo apunta a que los productores no son los causantes de esta escalada que obliga a muchas familias a ajustar su consumo para poder llegar a fin de mes.
La brecha entre los precios en origen y destino, esto es, el precio que un producto tiene al salir del productor versus el precio que paga el consumidor final, se genera por la suma de los costes de los agentes que intervienen en la intermediación, como puede ser el transporte, la industria o los vendedores finales. Y esta brecha es considerable, pues en algunos casos el consumidor llega a pagar hasta seis veces más de lo que recibe el productor por los alimentos.
El precio pagado directamente al productor, ya sea en el campo o en los mercados de producción, se ve afectado por la fluctuación en el mercado del sector primario; mientras que el precio final que paga el consumidor viene determinado por los costes añadidos desde la producción hasta el precio de venta final, como el transporte, el almacenamiento, el procesamiento, los márgenes de los distribuidores y el embalaje.
"O prezo do leite non é culpa da orixe, senón dos intermediarios"
"O prezo do leite non é culpa da orixe, senón dos intermediarios". Así de contundente se expresa María Manteiga, una joven ganadera del concello de Vila de Cruces, que precisa que actualmente recibe unos 52 céntimos por cada litro, una cantidad que para su negocio es suficiente porque trabajan sus propias tierras para forraje. Por ello, considera que "temos un bo prezo, pero se realmente imputáramos os gastos todos ese prezo convertiríase nun precio que cubre costes e nada máis", precisa.
En su granja, ordeñan unas 120 vacas y producen aproximadamente 150.000 litros al mes. Su principal comprador es la cooperativa Cobideza, que "basicamente vende a Reny Picot".
Aunque reconoce que el precio que cobran por la leche es para muchos ganaderos insuficiente, sí sostiene que actualmente "a situación é bastante boa". Y es que el sector primario acaba de remontar de años de auténticas vacas flacas, debido principalmente a la guerra de Ucrania, que ocasionó una subida importante en el precio de los cereales y de los piensos, lo que provocó que los costes de producción para los ganaderos se disparasen y sus ingresos menguasen. Sin embargo, y afortunadamente, el mercado remontó y "agora mesmo a asociación leva tempo estable, un pouco á alza", afirma. De hecho, confiesa que actualmente "empeza a ser rentable ter unha explotación, sobre todo as que teñen naves e inversións de antes", ya que de lo contrario, hipotecarse en estos momentos, dice, tiene sus consecuencias para el bolsillo.
Con respecto al incremento de precios desde el origen hasta el destino, es decir, desde que el productor lo vende hasta que lo adquiere el consumidor, María Manteiga reconoce que, en muchos casos, la diferencia es muy elevada y este incremento no está justificado. ¿Y la culpa de quién es? "Seguramente se lle preguntamos á industria dirá que é a distribución, o super, e se lle preguntamos ao super dirá que é a empresa, é difícil de saber. Pero un producto que é relativamente barato, como é o leite, que son 50-52 céntimos en orixe, que doble o prezo canto menos é curioso. Porque ese aumento non se xustifica no coste do cartón, do transporte e a ganancia da empresa e do super. Realmente eu vexo que canto máis cara está a leite en orixe máis gañan o resto tamén. Se a nós nos sube un céntimo, o super sube cinco. Un céntimo en orixe soe ser cinco no consumidor, e a diferencia é bastante grande", apunta esta ganadera cruceña.
María Manteiga lamenta también que "ao sector primario en xeral, debido aos productos que son moi de temporada ou que non tes capacidade de almacenamento, o prezo impóñencho as industrias ou a distribución". "Ti non lle pos prezo ao teu produto o cal é curioso. Porque eu se vendo zapatos póñolle eu o prezo. Pero se vendo leite eu non lle podo marcar o prezo, porque se non estou de acordo eu non teño capacidade de almacenalo tampoco. É negociable? Ata certo punto, pero realmente marcar o prezo márcano eles", señala.