El BNG da un paso adelante para oponerse al proyecto macroeólico Greco en la comarca de Pontevedra
Frente común del BNG contra los posibles efectos del proyecto eólico Greco, tramitado por una de las filiales del grupo Villar Mir y que pretende la explotación de 109 megavatios de potencia distribuidos entre Cerdedo-Cotobade, con 21 aerogeneradores y A Lama y Fornelos, con siete aerogeneradores, junto con una línea de alta tensión de 30 kilómetros que atravesaría la Serra do Suído hasta Beariz.
El diputado Luís Bará, la senadora Carme da Silva y los representantes de los ayuntamientos afectados comparecieron para anunciar una batería de medidas que va desde la presentación de alegaciones contra la propuesta, acompañada de una campaña informativa, otra institucional, llevando textos a los ayuntamientos, al Parlamento Gallego y a las Cortes del Estado.
La senadora nacionalista, por su parte, adelantó que en la próxima sesión de control en el Senado, en la que participará la ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen Muñoz, el BNG ya tiene registrada una pregunta para "que nos aclare las consecuencias para Galicia de toda la producción de energía que se está desarrollando en estos momentos, en especial la eólica, y también otro impacto que hay muy importante asociado a la producción de energía eólica, que es el almacenamiento hidráulico, con grandes proyectos que se están tramitando en estos momentos". "El gobierno del Estado tiene que definirse si quiere a Galicia como tierra de sacrificio, cuando ya produce muchísima más energía eléctrica de la que consume", añadió Carme da Silva.
"Lo justo –concluyó– es que todos estos proyectos reciban un informe desfavorable, sin que haya una planificación eólica adecuada para el país, que atienda sus necesidades y contribuya a nuestro proceso de industrialización".
Bará explicó que estos grandes impactos previstos del parque Greco se sitúan sobre terrenos en los que ya la Xunta rechazó previamente otros proyectos.
Recordó el caso del eólico Puza (posteriormente rebautizado como Hedreira), rechazado "por afectar a una zona de especial interés paisajístico, la Serra do Suído, sin que ese efecto visual pueda ser reducido ni mitigado". También recordó el informe negativo de la Dirección General de Patrimonio Natural respecto del parque eólico Carballoso, situado en la misma zona y un tercer informe que habla de efectos sinérgicos y acumulativos y del efecto barrera para aves y murciélagos. En esa zona ya hay 17 parques eólicos en un radio de 25 kilómetros con 421 aerogeneradores, a los que se suman 22 proyectos ya autorizados con otros 116. Ahora habría que añadir este megaparque Greco y otros en tramitación como Hedreira, Edreira I, que alcanzarían casi 700 aerogeneradores.
Bará dice que conceder permiso a este parque tras haber emitido esos informes sería indicativo de prevaricación, como también le parece al nuevo contenido de la "Ley de Acompañamiento de los Presupuestos", una modificación de la Ley de Protección del Paisaje, de manera que prevalezca el interés de los eólicos sobre la protección, denunció, y señaló una presunta posible prevaricación, al estar actuando para evitar los informes negativos. "Entendemos que no hay manera, sin prevaricar, de que la Xunta emita informes favorables a estos proyectos", afirmó Bará.