Un aparatoso accidente de camión deja a cuatro familias sin acceso a sus casas en Soutomaior
Atasco monumental en Cortellas, Soutomaior. Podría ser el título de un relato de humor si no describiese literalmente los hechos sucedidos el domingo y este lunes por culpa de un GPS que, combinado con el mal tiempo y la escasa visibilidad, dejó tirado a un camionero ucraniano en Cortellas, en un cruce de caminos en donde trató de rectificar y acabó no solo atrancando el acceso, sino también impidiendo la entrada y salida de los vehículos de cuatro casas del lugar.
El edil de Urbanismo y teniente de alcalde, Pablo Garrido, explica que este caso no es distinto de los sucedidos en ocasiones anteriores "porque o GPS, aos camións que veñen da zona de Pazos de Borbén e van cara Ponte Caldelas mándaos por Cortellas". Una vez que advirtieron el error, gracias a la experiencia negativa con algún camionero extranjero, en el Concello colocaron indicadores incluso en inglés, prohibiendo el paso de camiones, señalando el error que provoca el GPS.
"Viña funcionando, pero onte, co mal tempo e a néboa, este home non se enterou de nada", afirma Pablo Garrido.
El conductor solo hablaba ruso y hubo que traducirlo por teléfono
La odisea de Sergei, el camionero, no hizo más que empezar al atascar el transporte, un vehículo que procede de República Checa y mide 12 metros de largo (unas 18 toneladas), puesto que por muchos medios que acudieron a auxiliarle, solo habla ruso y a todos les resultaba imposible entender lo que necesitaba. "Menos mal que ten unha amiga que nos axudou telefónicamente a entendernos con el", apunta el edil.
También fue necesario traductor para hablar con el seguro, que era de una empresa Belga y, finalmente dio las autorizaciones para que se movilizasen las grúas necesarias.
Sergei venía preparado rechazó incluso el hotel que le ofrecieron, prefiriendo quedarse a pasar la noche en la cabina de su camión. "Só necesitou que lle trouxeramos auga", dice el edil, que espera que, tras el 'desatasco' la situación no se repita, aunque no confía del todo, "posto que, polo visto, coa néboa, os camións non o ven".
Una vez que llegue a Ponte Caldelas, el camión cargará la mercancía que ha venido a buscar y partirá hacia la República Checa, se espera que con un poco más de suerte con el GPS.
Alteró la vida de los vecinos
En cuanto a los vecinos, cuatro casas se quedaron sin acceso por este vial municipal y lo cierto es que hizo falta tirar de imaginación y favores para pasar el lunes. "Un deles era un xubilado e non precisou ir a facer nada; outro, tiña a vacina e tiveron que levalo. O terceiro deixara un coche fóra e puideron usalo para ir a traballar e á última familia, tivo que emprestarlles un coche o sogro tamén para ir ao seu posto", indicó el concejal, que lamenta las molestias ocasionadas.
Un rescate que se complicó durante cinco horas
El edil, que confiaba en que los medios reclutados facilitasen el trabajo, confirmó a las 21.00 horas que el proceso había sido bastante dificultoso. Dos grúas de gran tamaño se turnaron para mover el vehículo por la pista de Cortellas con escasos avances de cinco metros en cada intento. El transporte resbalaba, con el suelo humedecido y todas las tareas se tuvieron que realizar muy lentamente. Al final se invirtieron cinco horas de trabajo en devolver a Sergei y a su camión a un vial por el que podía circular.
El edil aclaró en las redes sociales que el conductor tendrá que hacer frente a una multa por haber generado esta situación, aunque ya desde el primero momento dejó muy claro su arrepentimiento y sus disculpas con los vecinos afectados. Del mismo modo, Pablo Garrido agradeció a estos últimos el apoyo, la comprensión e incluso el café que le brindaron al ucraniano en el transcurso del tiempo que pasó en la aldea de Soutomaior.