Las inundaciones en la autovía condicionarán el tramo pendiente del paseo a Marín
Las inundaciones que afectan a la autovía cuando las intensas lluvias coinciden con las mareas vivas condicionarán el tramo pendiente del paseo a Marín. Así lo confirmó este miércoles el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, durante una visita a Pontevedra. "Hai un compromiso firme co Concello de Pontevedra para darlle finalidade a pesar de que é unha obra moi complexa", dijo al ser preguntado por la prensa.
El portavoz estatal no dio plazos para retomar este proyecto, que en marzo de 2021 quedó a medio hacer. "Estase traballando nun proxecto no que poidamos compatibilizar o respecto ao medio ambiente coa propia seguridade", explicó.
La obra compete a dos organismos estatales: a la Dirección General de Costas, que fue quien adjudicó la obra, y el Ministerio de Transportes, titular del vial. El departamento que dirige el ministro Óscar Puente estudia dos alternativas para completar la senda entre Ence y Os Praceres.
¿Cuáles son las alternativas para completar la obra?
La opción preferida, según el Concello, sería desplazar la autovía hacia los terrenos que ahora ocupa Ence para destinar a uso peatonal el carril más próximo a la ría. Esta última solución obligaría a elevar la actual calzada para, de este modo, evitar el impacto de las inundaciones. La segunda alternativa pasaría por anclar el paseo a dicha carretera, la PO-11.
El paseo a Marín solo se hizo entre la rotonda de Malvar y el nudo de Mollavao, hasta la pastera. El resto de la senda, que tenía que ir pilotada sobre la ría, se excluyó del contrato bajo el argumento de que su diseño no reunía los requisitos de seguridad exigidos. Este fue el primer argumento utilizado por responsables o portavoces del Gobierno para no acabar aquel proyecto, que se había adjudicado a la constructora San José por algo más de dos millones de euros, concretamente 2.099.067,13 euros.
El cambio de postura de Costas trascendió tres años después, en abril de 2024 tras un encuentro entre la entonces directora general del organismo, Ana Oñoro, y el concejal de Infraestruturas de Pontevedra, Cesáreo Mosquera.
El criterio del Ministerio para la Transición Ecológica, de quién dependía el proyecto, dio un giro al apoyarse en que el paseo volado a Marín infringía la Ley de Costas. Concretamente el artículo 44, que establece que "los paseos marítimos se establecerán fuera de la ribera del mar y serán preferentemente peatonales". Esto afectaba a los 738 metros que faltaban por construir entre Ence y Os Praceres y que iban a estar apoyados en el mar.
