"Llevo mucho tiempo escuchando el discurso de Vox hacia mí; para mí no es algo nuevo"
Crítica con el feminismo hegemónico que se olvida de las mujeres que están más abajo, pide un movimiento que las tenga en cuenta a todas. Solo así se podrá transformar el mundo a más niveles. Porque el feminismo no es solo conseguir derechos para las mujeres, sino también transformar el mundo para construir algo mejor.
OPINADORA, reportera de Aquí la tierra (TVE), firma el blog Barrionalismos de El País y colabora con la comunidad de mujeres negras Afroféminas. Lucía Mbomio, madrileña hija de padre de Guinea Ecuatorial, estuvo ayer en Pontevedra hablando de las mujeres afro en los medios.
Tiene en su cuenta de Twitter un hilo con ejemplos de mujeres negras a las que se puede entrevistar por sus trabajos o sus aficiones. Si ya cuesta que una mujer salga en un medio como fuente experta, en el caso de las mujeres racializadas es todavía menos común.
Sí. Y además, cuando nos entrevistan, es solo para hablar de raza, racismo o inmigración. Limitan todas las facetas que puede tener cualquier ser humano a un solo aspecto de nuestra identidad que, por supuesto, es importante, pero que, en el fondo, nos encierra en una piel.
¿Ha notado algún cambio desde el pasado 8 de marzo?
No siento que los medios de comunicación se estén haciendo eco, ya no de las reivindicaciones de las mujeres negras, sino de su realidad en el Estado español en general. Yo vivo en Madrid, en donde hay más población migrante, pero la hay en todo el territorio. Son personas que vienen, pasan, están aquí y se retratan solo de una forma: ligada a ciertos sectores laborales o como eternas recién llegadas, sin una evolución. Parece que no podemos aparecer en un medio como una fuente experta, más allá de lo vivencial, como si no trabajáramos o estudiáramos. En ciertos ámbitos nos entrevistan, ya sea para hablar de África o migraciones, pero no como personas que pueden aportar mucho más desde nuestros conocimientos. Seguimos relegadas a secciones, como un especial sobre feminismo negro, por ejemplo. Lo ideal sería ser fuentes convencionales, que sea transversal. Si se está hablando de cambio climático y entrevistan a personas que saben del tema, que se incluya alguna experta negra.
Usted es colaboradora de la comunidad Afroféminas, que el año pasado no se unió a la huelga feminista por no sentirse representadas. ¿Qué piensa de esta polémica?
Ha habido momentos, como cuando surgió la noticia de los abusos sexuales a las mujeres temporeras en el Sur, en los que sentimos que el #yosítecreo, al que nosotras también nos unimos, no fue tan secundado en el caso de estas mujeres. Con eso ya te doy una pista. Nosotras no somos mujeres, somos mujeres con apellido, las otras. Las mujeres que tienen derecho a no tenerlo son las blancas. Si tu pones mujeres en Google solo te aparecen mujeres blancas. En algunos medios de comunicación nos decían que no contactaban con mujeres negras para hablar de feminismo porque nuestro tema era el racismo. Pero es que nosotras somos también mujeres, no nos podemos arrancar la piel y tenemos el mismo derecho a hablar de nuestros problemas que las blancas. El discurso se debe montar partiendo de los eslabones más débiles y para ello hay que conocer distintas realidades y difundirlas.
¿Hará huelga esta vez?
No lo sé todavía. Estoy pensándolo y ya dije que no me gustó cómo se trató el asunto de las temporeras desde el movimiento. Sí que es cierto que el 8M valenciano se mostró en contra de la Ley de Extranjería y eso es algo importante para mí, porque implica reconocer una situación que relega a mujeres en una situación infinitamente peor a la nuestra.
¿Cree que el feminismo hegemónico es racista o es despistado con las mujeres racializadas?
A estas alturas hablar de despiste no me vale. Hay un libro que habla de la inocencia blanca, de cómo las personas blancas excusan sus errores comportamentales en la ignorancia.
¿Hasta cuando podemos hablar de ignorancia?
Si tú quieres te enteras de estas cosas. Yo también soy nacida aquí y mi círculo podrían ser personas blancas, pero hago el ejercicio de querer conocer.
Su punto de vista viene a confirmar que el feminismo no es un movimiento para conseguir derechos para las mujeres, sino que es un movimiento que quiere transformar el mundo.
Efectivamente. De hecho, por eso comentaba lo de la Ley de Extranjería, que es la que relega a muchas mujeres a una situación lamentable. Todas las mujeres que están internas cuidando a una persona que, una vez fallece, son echadas a la calle sin ningún derecho ni indemnización porque no han estado dadas de alta. No pensar en cómo oprime algo en lo que jamás has reparado en tu vida porque no te afecta, como la Ley de Extranjería, es olvidarse de una parte importante de las mujeres. Si vamos más allá de las diferencias podremos transformar el mundo a más niveles. Pikara Magazine es una publicación que sí contempla esa diversidad, pero no siempre sucede.
Este año ha irrumpido Vox justo antes de la huelga feminista y en su caso el machismo y el racismo van de la mano.
Y la xenofobia. Hay un negro en Vox, pero tiene unas medidas increíblemente xenófobas. Aunque el partido sea nuevo, sus ideas no lo son.
Pero se ha vuelto a poner de actualidad.
Para vosotros, para mí no. Yo llevo mucho tiempo escuchando el discurso de Vox hacia mí. Lo de que los inmigrantes saturan los centros de salud no es nuevo, lo de vete a tu país tampoco. A mí me da rabia que nos alarmemos ahora con Vox. Antes no existía pero sí existían sus votantes y esos discursos llevan vigentes un montón de tiempo. Otra cosa es que ahora se vean más tranquilos para verbalizarlos en un espacio público porque encuentran abrigo en unas siglas.