Un peligro que no cesa: el lanzamiento de piedras en la AP-9 vuelve a poner en riesgo a los conductores
No sería cierto decir que se trata de un problema diario, pero el lanzamiento de piedras sobre los coches que circulan por la AP-9 en la provincia de Pontevedra sí es un tema recurrente a lo largo del tiempo. La última vez, en la mañana de este mismo jueves, cuando una pedrada que impactó en la luna de una furgoneta que recorría el kilómetro 138 de la autopista en sentido Vigo, a la altura de Vilaboa, causó un accidente en el que se vieron implicados hasta cuatro vehículos.
Por desgracia, este tipo de sucesos no son nuevos para los conductores pontevedreses. Ya en 2014 se instauró la peligrosa moda de arrojar piedras desde las pasarelas peatonales hacia los vehículos. En aquella ocasión, se identificó a varias personas por estos actos vandálicos, entre ellos siete menores de edad de entre 12 y 17 años.
Pero no hay que irse tan atrás para encontrarse con ejemplos de esta práctica. Los últimos casos de los que se tuvieron constancia antes del registrado este jueves se produjeron en febrero de este mismo año, cuando un puente sobre la AP-9 a en Vigo fue el escenario de varias incidentes en días distintos relacionados con el lanzamiento de objetos.
"Todos comentamos la suerte que habíamos tenido de no sufrir una desgracia"
En uno de ellos se vio implicado David Valqui, un vecino de Pontevedra que volvía a casa en coche junto a su mujer y sus dos hijos –de ocho y dos años– después de pasar la jornada en Vigo cuando el parabrisas de su Audi A4 recibió el impacto de varias piedras. "Al poco de salir del túnel de Vialia y encarar la autopista, al pasar por el puente de hierro –de la Rúa Isaac Peral–, ya sentí los impactos en el coche. Era como una lluvia. No llegó a romperse el cristal, pero se me metieron varios trocitos en los ojos", explicó tras el incidente a Diario de Pontevedra.
El pontevedrés se vio obligado a dar un fuerte volantazo fruto de la reacción instintiva, haciendo zigzag en la carretera. "Fueron varias pedradas a la vez", asegura categórico, por lo que está convencido de que fueron diversas personas las que efectuaron los lanzamientos.
Además, al apearse del vehículo, pudo comprobar que había al menos otros cuatro coches afectados por el lanzamiento de piedras y con daños similares en los cristales y la carrocería: "Eran familias de A Coruña, O Carballiño y Ourense, que también regresaban a casa. Todos confesamos el tremendo susto que nos llevamos y la suerte que habíamos tenido de no sufrir una desgracia".
Varios casos idénticos en apenas unos días
La Guardia Civil reveló a los afectados que no era la primera vez que ocurría este lanzamiento de piedras a los coches en días cercanos. De hecho, comentaron que "deben ser los mismos que los del otro día".
Es más, apenas unas jornadas después, concretamente el 25 de febrero, otro conductor denunció un caso idéntico en el mismo lugar: bajo el puente de la Rúa Isaac Peral, en la salida de la autopista en Vigo.
Fue el propio hombre el que alertó al 112 del incidente, que tambiénse saldó únicamente con daños materiales sobre su parabrisas y otras partes del vehículo. Como en las otras ocasiones, el afectado no pudo identificar al responsable o responsables de un acto vandálico que volvió a poner en riesgo la vida de personas.
Una práctica castigada con hasta dos años de cárcel
Además de irresponsable, esta práctica está severamente castigada. Según informa la Guardia Civil, el lanzamiento de objetos contundentes a una carretera es una práctica muy peligrosa.
Tipificada en el Código Penal art. 385 como delito contra la seguridad vial, esta forma de vandalismo puede llegar a ser castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años o multa de 12 a 24 meses y trabajos en beneficio de la comunidad de 10 a 40 días, condenas que se agravarían en caso de estar relacionadas con lesiones físicas o incluso fallecimientos.