Las comunidades de montes de A Fracha se unen para frenar el proyecto del parque eólico
Las comunidades de montes de la zona de A Fracha han decidido alzar la voz. En una acción conjunta sin precedentes, las entidades propietarias de estos terrenos comunales han acordado presentar una queja formal ante la Valedora do Pobo para denunciar lo que consideran "un atropello" a los derechos legítimos de los comuneiros.
El motivo: la intención de la empresa Santa Teresa de Pontevedra de instalar el parque eólico Serra da Fracha, un proyecto que, según sostienen, amenaza con alterar de forma irreversible un espacio natural de enorme valor ambiental y social.
La iniciativa partió de la Asociación Chan da Rotea de Baltar y de la Comunidade de Montes Raña e Aluncia, que convocaron al resto de comunidades de la contorna para sumar fuerzas en la defensa del monte. La respuesta fue inmediata. Las comunidades de montes de A Reigosa, Marcón, A Canicouva y O Sobreiro se unieron al frente común y expresaron su rechazo unánime a la instalación de los aerogeneradores.
Según explican, la empresa promotora ya había ofrecido una compensación económica a la Comunidade de Montes de Baltar, legítima propietaria de parte del terreno, oferta que fue rechazada. Aun así, la compañía continúa adelante con el proyecto, lo que las comunidades interpretan como una vulneración directa de sus derechos de propiedad y de gestión sobre un monte comunal históricamente protegido.
Peligros reales
Las entidades vecinales advierten de los graves impactos que, a su juicio, tendría la construcción del parque. Subrayan el daño medioambiental y paisajístico que provocaría, la alteración de una de las zonas naturales más emblemáticas de la comarca y las consecuencias sobre la fauna —especialmente las aves y los murciélagos—.
Pero su mayor preocupación se centra en los manantiales que abastecen a las aldeas próximas: "Todos los nacimientos de agua están muy cerca del lugar donde se pretenden colocar los aerogeneradores, y las obras podrían alterar el caudal o contaminar las traídas vecinales", señalan en su comunicado.
Por todo ello, las comunidades reclaman que se revise el proyecto y se dé prioridad al interés general de la población local y al carácter comunal de estos montes, reconociendo su función ecológica, social y cultural.
Exigen también que se respeten los derechos de las comunidades frente a un modelo de desarrollo que, según denuncian, "amenaza gravemente su territorio, su medio, su forma de vida y su convivencia diaria".
