El método infalible para comprobar si tus castañas están libres de gusanos o ya están malas

Estos consejos te ayudarán a verificar correctamente el estado de este popular fruto otoñal que conquista las calles y mesas gallegas durante la temporada de frío
Una mujer muestra un puñado de castañas. VICTORIA RODRÍGUEZ
Una mujer muestra un puñado de castañas. VICTORIA RODRÍGUEZ

Con la llegada de las temperaturas más bajas propias de estas fechas, los puestos callejeros de castañas asadas vuelven a ser protagonistas en muchas ciudades españolas. Este fruto seco, tradicional de la temporada otoñal, no solo destaca por su capacidad para combatir el frío, sino también por sus importantes propiedades nutricionales. Sin embargo, conservarlas en óptimas condiciones puede suponer un desafío, especialmente cuando olvidamos que las tenemos guardadas en casa.

Las castañas representan uno de los productos estrella del otoño en España, donde es habitual encontrar puestos ambulantes que ofrecen este manjar caliente en cucuruchos de papel. Su aroma característico y su sabor ligeramente dulce las convierten en un aliado perfecto para los días más fríos del año.

  1. Métodos efectivos para comprobar la calidad de las castañas
  2. Signos de alerta que indican deterioro en las castañas
  3. Beneficios nutricionales de las castañas
  4. Formas tradicionales de consumo en la gastronomía española
  5. ¿Cuál es la mejor época para consumir castañas?

A diferencia de otros frutos secos, las castañas destacan por su alto contenido en vitamina C, además de su versatilidad culinaria, ya que pueden consumirse tanto asadas como crudas.

No obstante, al tratarse de un alimento perecedero, es fundamental saber identificar cuándo una castaña ya no está en condiciones óptimas para su consumo o si ha sido afectada por la presencia de insectos. Afortunadamente, existen métodos sencillos para determinar su estado antes de consumirlas.

Métodos efectivos para comprobar la calidad de las castañas

El truco más eficaz y sencillo para verificar el buen estado de las castañas consiste en realizar la prueba de flotación en agua. Este método permite identificar rápidamente aquellas que podrían contener gusanos o estar en mal estado. El proceso es muy simple: basta con sumergir las castañas en un recipiente con abundante agua. Las que se hunden son las que están en perfectas condiciones, mientras que las que flotan suelen contener aire en su interior, lo que puede indicar la presencia de patógenos.

Sin embargo, es importante señalar que antes de descartar todas las castañas que floten, los expertos recomiendan abrirlas para verificar su estado real. En ocasiones, algunas pueden flotar por otras razones y seguir siendo perfectamente aptas para el consumo.

Otro método efectivo consiste en realizar una inspección visual detallada. Las castañas frescas y en buen estado presentan un aspecto brillante y una superficie sin imperfecciones, manteniendo su característico color marrón uniforme sin decoloraciones. Por el contrario, la presencia de irregularidades en la cáscara puede ser indicio de problemas en su interior.

Signos de alerta que indican deterioro en las castañas

Además de los métodos anteriores, existen indicadores visuales que pueden alertarnos sobre el mal estado de las castañas. La presencia de manchas oscuras o agujeros en la superficie suele ser una señal inequívoca de que algún insecto ha penetrado en su interior. Estos pequeños orificios son utilizados por las larvas para acceder al fruto, donde encuentran un ambiente propicio para su desarrollo.

También es recomendable prestar atención a cambios en la textura de la cáscara. Si esta se presenta excesivamente blanda o arrugada, podría indicar que la castaña ha comenzado su proceso de descomposición. Asimismo, un olor fermentado o desagradable es un claro indicio de deterioro.

Durante la temporada de castañas 2025, los expertos en nutrición recuerdan que este fruto seco puede conservarse en buenas condiciones durante aproximadamente dos semanas si se almacena en un lugar fresco y seco. Para prolongar su vida útil, se recomienda guardarlas en el refrigerador dentro de una bolsa de papel o un recipiente con pequeños orificios que permitan la ventilación.

Beneficios nutricionales de las castañas

Las castañas no solo destacan por su sabor característico, sino también por su interesante perfil nutricional. A diferencia de otros frutos secos, contienen un menor porcentaje de grasas y una cantidad significativa de hidratos de carbono complejos, lo que las convierte en una excelente fuente de energía de liberación lenta.

Entre sus principales aportaciones nutricionales destaca su contenido en vitaminas del grupo B, especialmente B6, que contribuye al buen funcionamiento del sistema nervioso. También son ricas en minerales como el potasio, el fósforo y el magnesio, fundamentales para el equilibrio electrolítico y la salud ósea.

Sin embargo, es importante recordar que las castañas crudas contienen ácido tánico, un compuesto que puede provocar molestias digestivas si se consumen en exceso. Por esta razón, muchos especialistas recomiendan su consumo cocidas o asadas, procesos que reducen significativamente la concentración de este compuesto.

Formas tradicionales de consumo en la gastronomía española

En la tradición culinaria española, las castañas han sido aprovechadas de múltiples maneras. La forma más popular y extendida es, sin duda, asadas en los tradicionales puestos callejeros que aparecen con la llegada del frío. Este método de preparación, además de potenciar su sabor, reduce considerablemente el contenido de ácido tánico, haciéndolas más digestivas.

Otra preparación muy apreciada es la de las castañas cocidas, especialmente populares en regiones como Galicia, donde forman parte de platos tradicionales. En repostería, la harina de castaña se utiliza para elaborar postres como el marrón glacé, los panellets catalanes o diversas variedades de bizcochos.

Con la creciente tendencia hacia dietas libres de gluten, la harina de castaña ha ganado popularidad como alternativa en la preparación de productos de panadería y repostería. Su sabor ligeramente dulce y su textura la convierten en un ingrediente muy versátil para quienes buscan opciones diferentes a las harinas convencionales.

¿Cuál es la mejor época para consumir castañas?

Aunque actualmente es posible encontrar castañas durante gran parte del año gracias a las técnicas de conservación y al comercio internacional, lo cierto es que su temporada natural abarca desde octubre hasta febrero, siendo noviembre el mes de máxima producción en España.

Durante esta temporada 2025, los expertos recomiendan aprovechar las castañas de producción local, no solo por su mayor frescura y sabor, sino también por su menor huella ecológica. Las principales zonas productoras en España se concentran en Galicia, Asturias, Castilla y León y Extremadura, donde se cultivan variedades autóctonas de gran calidad.

Para quienes deseen disfrutar de este fruto fuera de temporada, existen opciones como las castañas congeladas, en conserva o deshidratadas, que, si bien no igualan las propiedades organolépticas de las frescas, permiten incorporar sus beneficios nutricionales a la dieta durante todo el año.

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