La Pontevedra inundable seguirá en riesgo tras cada temporal

Vista de las inundaciones que afectan a la autovía de Marín cuando llueve con intensidad y hay mareas vivas. RAFA FARIÑA
Lo ocurrido al paso de Claudia en el CEIP de A Xunqueira y en la parroquia de Lourizán es la punta del iceberg de un problema: la edificación en zonas ganadas al mar. Transición Ecológica informó en su día de los numerosos puntos de la Boa Vila afectados por el peligro

A raíz de la dana de Valencia, el ministerio de Transición Ecológica informó sobre las zonas en riesgo de sufrir inundaciones durante episodios climatológicos adversos en toda España. En base al mismo, eldiario.es confeccionó un mapa global en el que señalaba con detalle el número de inmuebles que se verían afectados en el caso de un fenómeno extremo que, según los más recientes informes, podría suceder de aquí a 2050.

En paralelo, la ONG norteamericana Climate Central confeccionó su propio mapa que, en esencia, coincide con el anterior. Uno y otro señalan a las zonas ganadas al mar en el término municipal de Pontevedra como de riesgo en el caso de lluvias intensas, vientos y mareas vivas (en resumen, temporales).

El entorno del río Gafos, la calle Fernando Olmedo, la parte baja de Xosé Malvar y el Centro Galego de Tecnificación Deportiva, la avenida de Bos Aires y A Illa das Esculturas casi al completo, incluido Alexandre Bóveda, los centros escolares y el Pazo da Cultura, la avenida das Corvaceiras, la autovía de Marín y determinados puntos de la parroquia de Lourizán son solo una parte de los enclaves señalados.

Inundaciones contínuas

Y todos ellos son escenario de inundaciones de forma recurrente, algunos más que otros. Sin ir más lejos, este domingo, cuando la estación meteorológica de Campolongo registraba 53,6 litros por metro cuadrado de precipitación, dos de esos lugares volvieron a colapsar: el entorno del colegio de A Xunqueira I, cuyas canchas polideportivas y jardines volvieron a anegarse (algo que había sucedido dos días antes) y la rúa do Santo, en Lourizán, un lugar que se había librado por poco en la primera oleada de la borrasca Claudia pero que sufrió sus efectos en sus últimos coletazos. 

Tras analizar lo sucedido en los últimos temporales, la evidencia apunta a la confluencia de dos factores para causar inundaciones: precipitación acumulada superior a los 50 litros por metro cuadrado y pleamar. Con ambas circunstancias al mismo tiempo, el sistema de alcantarillado pierde su eficacia en las zonas más calientes, por un motivo obvio: el agua del río (o de la ría) sube por encima del nivel del citado alcantarillado, y se producen las inundaciones. 

Los vecinos de Lourizán, uno de los puntos críticos, hablan de "situación endémica" y señalan a la administración al considerar que se realizó una "canalización incorrecta", al tiempo de que se quejan de que "estamos a la espera de que Augas de Galicia y el Concello, después de mucho tiempo, se dignen a tener una reunión con nosotros, para proponer una solución como en Valdecorvos".

La construcción de balsas, una posible solución para Valdecorvos

La solución para Valdecorvos de la que hablan los vecinos de Lourizán pasa, según los proyectos anunciados, por la construcción de balsas en la parte alta para evitar que, en episodios de lluvias fuertes, el agua baje con tanta fuerza en dirección al entorno del Centro Galego de Tecnificación Deportiva, que acaba inundándose. Esa medida puede tener efectos positivos, si bien no soluciona el problema por completo, pues el acreditado crecimiento del nivel del mar hace que el desagüe sea muy difícil cuando se produce la confluencia de factores anteriormente descrita. 

La empresa encargada del mantenimiento del sistema de alcantarillado efectúa limpiezas periódicas que son efectivas, pero solo en parte, pues "los lodos hacen aparición rápidamente", según aseguran los vecinos. 

Además, parece que la evidencia científica y la experiencia no hace reaccionar a quienes deciden en qué lugares se puede edificar y en qué puntos no sería aconsejable. No hay más que ver el número de nuevas viviendas que se están levantando en el entorno de la avenida de Bos Aires, en una zona que los vecinos siempre han considerado un humedal. "Debajo del Centro Galego de Tecnificación hay agua, y lo mismo en la zona en la que están construyendo", explicaron a este periódico los vecinos más veteranos de ese entorno.

"Es un problema que, como no se solucione rápido, va a traer graves problemas", añaden desde Lourizán, donde se ubican buena parte de los terrenos ganados en su día al mar. Se incluyen en el catálogo de zonas de especial riesgo el enclave que ocupa la fábrica de Ence, así como buena parte de los edificios del barrio de Campolongo, construidos a la misma altura o por debajo del río Gafos.