"Chistorras", "lechugas", "soles" y "folios": el lenguaje en clave del dinero en el caso Koldo
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha puesto al descubierto un sofisticado sistema de comunicación cifrada empleado por los principales implicados en el denominado 'caso Koldo'.
En un informe detallado remitido al Tribunal Supremo (TS), los investigadores revelan cómo el exasesor ministerial Koldo García y su exmujer, Patricia Uriz, así como el exministro José Luis Ábalos, utilizaban un léxico particular para referirse al dinero en efectivo que, presuntamente, gestionaban.
Este hallazgo, según la UCO, constituye un indicio más del claro interés por ocultar la procedencia y el destino de estos fondos, que en parte se entregaron en sobres en la sede del PSOE en Ferraz, Madrid.
Según las pesquisas de la UCO, los billetes de 500 euros eran conocidos como "chistorras", mientras que los de 200 euros recibían el nombre de "soles" y los de 100 euros eran denominados "lechugas".
Por su parte, el exministro de Transportes, José Luis Ábalos, y Koldo García empleaban su propio "lenguaje convenido" para el efectivo, refiriéndose a él como "folios" o "cajas de folios". Esta terminología, lejos de ser anecdótica, es interpretada por los investigadores como una estrategia deliberada para evitar la detección de transacciones ilícitas.
Las conversaciones intervenidas han permitido corroborar que parte de estas liquidaciones se realizaban en efectivo, con entregas en sobres en la sede del partido socialista en la madrileña calle de Ferraz, un detalle que añade una capa de gravedad a la investigación en curso.
El informe de la UCO, al que ha tenido acceso Europa Press, subraya que la mera existencia de estos términos en clave es un "indicio más del interés en ocultar la existencia de ese dinero en efectivo" por parte de los miembros de la trama. Koldo García y Patricia Uriz, según los investigadores, tenían la tarea de "centralizar chistorras" de su entorno más cercano y proceder al cambio de billetes de alta denominación por otros de menor valor, una operación que se realizaba a través de una tercera persona de confianza con residencia en Navarra.
Las comunicaciones entre ambos también aluden a la existencia de una "contabilidad A y B vinculada a los gastos de Ábalos", lo que sugiere un sistema de gestión financiera opaco, con desembolsos pendientes de reposición o previsiones de devolución por parte del exministro.
El descifrado de las "chistorras": un millón en clave
Uno de los momentos clave en la investigación de la UCO fue el descifrado del valor real de las "chistorras". Este hito se logró a partir de la interpretación de una conversación telefónica entre Koldo García y Patricia Uriz. En dicha comunicación, Koldo le anunciaba a su exmujer que tenía "una pequeña alegría para el día de elecciones". Ante la pregunta de Uriz: "¿Pase lo que pase?", Koldo respondía afirmativamente.
La "pequeña alegría" a la que se refería eran "2.000 txistorras". La reacción de Uriz, "Eso es imposible. ¿Para nosotros no?", y la posterior confirmación de Koldo, "Sí", junto con su comentario: "tenemos carne para un tiempo, vamos a guardar un poco lo mínimo, que ya estoy cansado", fueron cruciales.
La exmujer de Koldo, en un mensaje posterior, sentenciaba: "Si los cálculos los hemos hecho bien no necesito ninguna chistorra más. Nunca. Eso es 1M". De esta reveladora conversación, la UCO pudo inferir que si 2.000 "chistorras" equivalían a un millón de euros, entonces una "chistorra" representaba la cifra de 500 euros, confirmando así la denominación de los billetes.
Mensajes de WhatsApp: la evidencia del lenguaje cifrado
El uso de este lenguaje en clave por parte de Ábalos, Koldo García y Patricia Uriz queda ampliamente documentado en numerosos mensajes de WhatsApp intervenidos por la UCO, la mayoría de ellos fechados entre los años 2019 y 2020. Estos intercambios no solo confirman la existencia del código, sino que también revelan la cotidianidad con la que lo empleaban para sus transacciones. En uno de estos mensajes, Koldo le solicitaba a su exmujer 3.750 euros, a lo que ella, con total naturalidad, respondía: "¿Valen las chistorras?". Este tipo de interacción demuestra la profunda integración del léxico secreto en sus comunicaciones diarias.
En otra ocasión, Koldo García le pedía a Patricia Uriz que se encargara de diversas gestiones y le preguntaba si había podido pasar "por el piso de Madrid". Uriz confirmaba su visita y le informaba que se había traído "20 chistorras" y "lo que me han dado".
Según la interpretación de los investigadores, Patricia Uriz estaba aludiendo a una cantidad de 10.000 euros, lo que refuerza la consistencia del código. La preocupación por el transporte del efectivo también se hizo patente en las conversaciones. "Cariño, me meto ya a la cama para ir mañana a primera hora con este y las chistorras, te quiero", le comentaba Uriz a Koldo en otra de las comunicaciones.
Posteriormente, el exasesor le pedía a su exmujer que recordara llevar "40 txistorras", una cantidad que generaba cierta inquietud en Uriz por el transporte de tanto dinero en metálico. "¿Cariño, si los llevo en el chaleco marrón tú crees que me lo harán quitar? Además voy a llevar abrigo", escribía Uriz, a lo que Koldo intentaba tranquilizarla con consejos prácticos: "No creo", "divídelo", "maleta bolso abrigo y cartera".
Los "folios" de Ábalos: peticiones de efectivo al exasesor
El exministro José Luis Ábalos también se sumaba a este patrón de comunicación cifrada, utilizando el término "folios" para referirse al dinero en efectivo. Un ejemplo claro se produjo el 9 de marzo de 2020, apenas cinco días antes de la declaración del estado de alarma por la pandemia de coronavirus, que se decretó el 14 de marzo de 2020.
En un mensaje de WhatsApp, Ábalos solicitaba a Koldo un lugar para cenar con su expareja, Jéssica Rodríguez, y le mencionaba que no llevaba dinero encima. Acto seguido, le pedía: "A ver si mañana te acuerdas y me traes folios a casa". Esta fórmula se repite en varios de los mensajes que figuran en el informe de la UCO, evidenciando una práctica habitual.
Las peticiones de "folios" por parte de Ábalos a Koldo eran recurrentes. "Acuérdate de folios para casa", le solicitaba el exministro. Por su parte, Koldo también utilizaba este código al comunicarse con Patricia Uriz, reclamándole: "necesito folios para el jefe en su despacho". La entrega del efectivo también se confirmaba con el mismo lenguaje: "Buenos días, ya tienes los folios en tu despacho en una caja", informaba Koldo al exministro. Sin embargo, este lenguaje convenido no siempre evitaba los malentendidos.
En una ocasión, Koldo le preguntaba a Uriz: "Mira cuántos folios había, ok", a lo que su exmujer, confundida, replicaba: "¿Chistorras?". Este pequeño lapsus demuestra la complejidad y el riesgo inherente al uso de códigos en comunicaciones sensibles


