Duelo radiofónico de fotógrafos

Participación de Javier Cervera-Mercadillo en Radio Pontevedra. EP
Participación de Javier Cervera-Mercadillo en Radio Pontevedra. EP

Hay mañanas que empiezan con olor a café y otras con sabor a empanada. Y la de este martes, en Hoy por Hoy Pontevedra, fue de las segundas. En el concurso de la Panadería Pastelería Acuña, ese en el que puedes ganar una empanada o una tarta si respondes todas las preguntas en menos tiempo que tu rival, se vivió un duelo de los que hacen historia. Dos fotógrafos de la ciudad, Javier Cervera-Mercadillo, mi querido compañero, y Cris Saiz, se enfrentaron en un cara a cara radiofónico después de que Iván Montáns, de Radio Pontevedra, los retara. Todo empezó con una broma: un día, Javi comentó que el concurso era "demasiado fácil", y Montáns no tardó en recoger el guante. Javi llegó con su retranca habitual. Pero Montáns y Belén Hermida venían preparados. Para endulzar el ambiente, Iván llevó una palmera de chocolate —que, por cierto, Javi asegura que ni probó—. La primera en concursar fue Cris, a la que le tocó contestar sobre Rosalía de Castro y demostró que lo suyo no es solo la fotografía: respondió todas las preguntas en 16 segundos. Javi, que pedía una empanada de atún si ganaba, tuvo que responder sobre Castelao y completó su ronda en 19 segundos. "Yo creo que Iván leyó un poco lento", bromeó al acabar, entre risas. Nuestro querido fotógrafo también reconoció que el comentario de que "era fácil" se le había ido de las manos y felicitó a Cris con deportividad. El concurso, que se celebra cada lunes y jueves, dejó claro que a veces la noticia no está solo detrás del objetivo, sino también delante del micrófono.

De las ondas saltamos al color y a la emoción, porque el Colectivo Independente Alfombrista de Bueu vuelve a dejar huella en el mapa cultural internacional. Participaron, un año más —y ya van cinco—, en la XVIII Muestra Internacional del Tapete de la Muerte, en Guanajuato, México. Una cita que une arte y memoria, y que transforma el recuerdo de los que se fueron en belleza efímera. Aunque lo hicieron de manera virtual, el mensaje viajó igual: celebrar la vida tejiendo flores y tradición desde Galicia al otro lado del Atlántico.

Y mientras en Bueu se honra la memoria con arte, en Cambados la noticia es menos amable. Los vándalos han vuelto a actuar, destrozando y robando la escultura del mirador de Refoxos. No es un hecho aislado: en los últimos meses también desapareció el columpio de Castrelo, se rompieron barandillas en la desembocadura del Umia y se dañaron piezas en Tragove. Cuesta entender a quienes confunden el espacio público con su trastero.

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