Ravacholes por el mundo

Iván Puentes junto a la alcaldesa de Avilés, haciéndole entrega del Ravachol. DP
Iván Puentes junto a la alcaldesa de Avilés, haciéndole entrega del Ravachol. DP

Este 11 del 11 será recordado por Iván Puentes, portavoz municipal del PSOE, como "el día en que casi se hace millonario". Durante toda la jornada, Iván no paró de soñar despierto con el premio gordo de la Once: ¡un millón de euros que entregó el conocido lotero Ramón Bertolo! La emoción alcanzó su punto álgido cuando comprobó que su billete tenía el número premiado… pero la alegría duró poco: la serie no coincidía. Eso sí, Puentes no se quedó con las manos vacías: 2.000 euros que, según confesó, servirán para unos regalos de Navidad generosos y, probablemente, para invitar a todo su grupo a unas sidras asturianas.

Y es que el portavoz municipal del PSOE viajó a la comunidad vecina, donde fue acogido por la alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín. Pero el político no fue con las manos vacías. En su visita entregó a la regidora un detalle muy especial a la vez que representativo de la Boa Vila: un Ravachol elaborado por los usuarios del Centro Méndez Núñez. Entre loterías y dulces, los pontevedreses seguimos dejando huella más allá de nuestras fronteras.

Mientras tanto, en Portonovo, la emoción se trasladó al terreno de juego: la selección española sub-17 deslumbró ante República Checa con un 4-1 que hizo vibrar a Baltar. El único representante gallego, Mateo Sobral, de Soutomaior, salió como titular, y la grada de Baltar pudo presumir de visitante de lujo: Marcelo, exfutbolista brasileño del Real Madrid, acudió a animar a su hijo Enzo Alves, seleccionado por el combinado español. No me cabe ninguna duda que el ex lateral izquierdo se pasó más tiempo sacándose fotos con los sorprendidos fans que observando el partido de su hijo. Eso sí, como siga los pasos de su padre, tenemos éxitos asegurados para España durante mucho tiempo.

Y si hablamos de emociones, Rafa Cuíña nos regaló un momento para el corazón. El político compartía en redes la nostalgia que le provoca ver a su hijo mayor crecer: recordó una foto de cuando el pequeño tenía 9 meses en la factoría Guinness de Dublín. "Agora sácame unha cabeza de alto, e un océano enteiro de boa xente", escribía, haciendo que muchos padres se sintieran identificados con esa mezcla de orgullo y melancolía.

Entre loterías, goles, Ravacholes y recuerdos familiares, parece que esta semana Pontevedra y la provincia han tenido de todo: risas, emoción y un poquito de "casi fortuna". Que siga la buena racha, y yo esperaré al sorteo de la Navidad para ver si puedo celebrar con mis compis del Diario...