Duarte: "Este año, en Galicia, hemos abortado las operaciones de los narcos"

Entrevista a Antonio Duarte, jefe de la Udyco Central: Los más de 13.000 kilos de cocaína intervenidos por los Greco Galicia en lo que llevamos de 2025, en parte en colaboración con otros cuerpos policiales, invitan al optimismo. El máximo responsable antidroga de la Policía Nacional analiza el escenario y explica que para los criminales es más favorable, hoy por hoy, trabajar en el Sur de España
Antonio Duarte. DP
Antonio Duarte. DP

Muy pocas personas en España y en Europa tienen una visión global de la actualidad del crimen organizado como la del comisario Duarte. Bregado en Galicia, el histórico líder de los Greco de la Comisaría de Pontevedra lleva años a los mandos de la lucha antidroga a nivel nacional, primero en la Brigada Central de Estupefacientes y ahora en la cúspide, en la Udyco Central.

Estamos en una situación muy delicada después de los últimos tiroteos entre narcos y policías. ¿Cómo ves el escenario a nivel nacional?
En comparación con el resto de Europa seguimos estando bien. Pero también es verdad que en los últimos tiempos hay muchas circunstancias que han hecho que el crimen organizado en España esté cambiando. A raíz de lo que desde Europol se ha podido ver en las investigaciones llevadas a cabo en las telefonías encriptadas, EncroChat y SKY, el crimen organizado de Europa despliega una delincuencia violenta, que corrompe a las instituciones locales y centrales, poderosa económicamente y que se beneficia de la legislación de los distintos países. Solo hay que echarle un vistazo a las noticias en Suecia, Bélgica, Holanda y Francia para ver que existe un grave problema en Europa. En España estábamos haciendo las cosas bien. La Policía en España es muy adaptable, muy flexible, y esto nos hace reaccionar con rapidez y seguridad. Los incidentes del fin de semana del 7 y 8 de este mes, junto a los cambios que están ocurriendo a nuestro alrededor, nos han hecho que cambiemos cosas. Estas adaptaciones siempre deben ir dirigidas a garantizar la seguridad de nuestros policías y de los ciudadanos y garantizar el éxito de nuestras investigaciones.

Estas tácticas violentas se habían visto en el Sur de España, en especial en la Costa del Sol, pero también en otras provincias andaluzas. Sin embargo, en los últimos tiempos se han visto asesinatos en otros lugares. En concreto, en Galicia, uno en Arteixo en 2024, otro en Carballo en 2025 y otros episodios desconocidos. ¿A qué achacas esta espiral?
Asesinatos va a haber siempre y en cualquier punto de nuestra Península, el caso es que sean episodios aislados y se investiguen con rigor. Llevo años pendiente de la evolución y la deriva en nuestro país y no podemos hablar de espiral de delincuencia. Siguen siendo episodios aislados y por supuesto preocupantes, pero aislados.

Acabamos de ver la mayor incautación de cocaína todos los tiempos en un remolcador en altamar, 13.500 kilos en Panamá, y se sabe que a España están llegando cantidades similares. ¿Cuál es escenario en lo que se refiere a la cocaína?
Francia habla de tsunami blanco, la Onudc de pandemia. El problema del exceso de producción de cocaína es un problema mundial. Las organizaciones colombianas producen más cocaína que nunca y necesitan nuevos lugares que contaminar con este veneno. Europa recibe mucha cocaína y España evidentemente también. La cocaína llega principalmente a través de los puertos y por barcos, tanto mercantes como pesqueros, semisumergibles, lanchas de bajo perfil y las planeadoras de toda la vida. África es otro de los destinos importantes para la recogida de droga y su almacenamiento. En estos años, las mafias del narcotráfico han conseguido que muchos países sean también lugares de consumo y por lo tanto destino final.

Vayamos a Galicia. En las últimas semanas se intervino un alijo procedente de un semisumergible, una narcolancha con 2,4 toneladas de cocaína y un remolcador con otros 4.000 kilos. ¿Siguen igual de fuertes los grandes capos?
No siguen igual de fuertes pero siguen dominando el narcotransporte en su zona. Se han alejado mucho de la droga e incluso de sus beneficios. Pero ahí siguen controlando. Galicia se ha convertido, en comparación con el Sur, en un destino de primera, pero solo para los que quieran pagar más por cada alijo. Los traficantes gallegos cobran una comisión superior por recoger la cocaína y descargarla que sus colegas del Sur de España pero, a cambio, venden esa idea de que en Galicia no hay ruido y. al haber muchas menos descargas, se ven más capaces de conseguir introducir la droga. Hay menos grupos trabajando, y todos se conocen entre ellos. Hay muchos comisionistas y ladrones, pero no dan vuelcos. Solo estafan. Esta forma de entender el narcotráfico aleja los robos y aleja las armas. En Galicia encontrar una pistola en una detención o en un registro es anecdótico. En el Sur es lo habitual. Por seguir centrado en Galicia, estoy convencido que hemos abortado las operaciones que han intentado en este año. Galicia es un destino muy complicado para llegar con droga. Hay muy buenos investigadores policiales en esta comunidad y mucha presión policial, más callada y con bisturí, y ellos lo saben. El Greco y las Udyco saben trabajar en la zona y sobre todo conocen a todos los traficantes. Estos intentan trabajar sabiendo que la Policía puede estar detrás.

Existe la creencia de que hay personas intocables, tanto en Galicia como en otros puntos, contra las que poco se puede hacer dado que no tocan la droga, tienen negocios legales y siguen al frente de los negocios sin exponerse.
No hay nadie intocable. Ni en Galicia ni en el Sur. Y si no, que pregunten a los que se han sentido así, que ahora están en prisión, o esperando sentencia, o a los que están escondidos en países árabes.

Hablemos de medios y recursos. A pesar de vuestro trabajo, la droga sigue en precios mínimos históricos, en Galicia y en otros puntos. ¿Qué necesitáis para frenar esta escalada de alijos?
Los que llevamos años trabajando temas de drogas sabemos que el precio del paquete es uno de los pocos marcadores que tenemos para saber si entra mucha o poca droga. No obstante, creo que en estos momentos todo esto también ha cambiado. Llevamos decenas de investigaciones y hablamos con fuentes nacionales e internacionales que no dan una única razón a esto. Sería un conjunto de situaciones que han coincidido en el tiempo: sobreproducción y necesidad de enviar droga, almacenamiento masivo en África, abaratamiento de las comisiones en la recogida de cocaína frente al Cabo de San Vicente o en los ríos del Sur de España, el Guadiana y el Guadalquivir, la venta de cocaína al por mayor en barriadas en las que antes se dispensaban otras sustancias... Sinceramente, tampoco pienso en que esté entrando cocaína de forma tan salvaje como algunos quieren darnos a entender.

Hay que hablar de corrupción. La desencriptación de las comunicaciones ha revelado un panorama delicado. ¿Qué se puede hacer para luchar contra ella? Y, en relación con eso, ¿qué datos más relevantes ha hecho aflorar la desencriptación?
La corrupción es algo que va aparejado con el crimen organizado y por eso debemos perseguirlo y no dejar que crezca. No se puede permitir que se adueñe de territorios, pues eso rompe, perjudica a la sociedad general, aunque el ciudadano no lo perciba. Es España hay corrupción en las fuerzas de seguridad, pero a día de hoy son casos aislados y que suelen ser detectados y detenidos.

La semana pasada se produjo un ataque directo a los policías nacionales que realizaban una operación contra el tráfico de hachís en el Guadalquivir, pero los autores han podido escapar. ¿Cómo marcha esa investigación?
Llevo mucho tiempo hablando de la violencia que conlleva el narcotráfico, y esto es un ejemplo de ello. Sí puedo decir que las personas que dispararon a nuestros compañeros acabarán siendo detenidas. De eso puedes estar seguro.

Se habla de narcosubmarinos no tripulados. En su día los incautó la Policía en el Estrecho, ¿Crees que podrían estar usándose, pongamos por caso, para aproximar la droga desde embarcaciones nodriza a tierra a Galicia?
Igual que hace años hablábamos de semisumergibles y al final se han convertido en una realidad que introducen miles de kilogramos en nuestro territorio y África, los semisumergibles no tripulados también llegarán. Si tecnológicamente es viable, lo harán.

En los últimos tiempos se han detectado en Galicia albaneses, pero también de otros puntos de Los Balcanes, por supuesto colombianos y, últimamente, también dominicanos. ¿Qué organizaciones son más preocupantes y por qué?
Hay muchas organizaciones trabajando en España y en toda Europa. Grupos criminales que usan al delincuente español como transportista, almacenista o gestor de ubicaciones y rutas por tierra. Lo preocupante de estos nuevos grupos es su violencia. El robo de droga, la lucha por conquistar nuevos territorios les puede animar a utilizar más la violencia. Nuestra misión es impedir que esto ocurra.

A pesar de lo que sucede, no se aprecia un real interés político, más allá de un tuit del presidente alabando la actividad de los Greco que tú diriges. ¿Qué tiene que pasar para que el narcotráfico se convierta en una prioridad para las autoridades y, como ocurre en países vecinos, se tomen decisiones?
En el Plan Estratégico de la Policía es una prioridad. El crimen organizado es una prioridad en toda Europa. Es muy preocupante la deriva que está tomando, la participación de grupos criminales en la guerra híbrida y el intento de desestabilización de las democracias modernas. Muchos países hablan de que atenta contra la seguridad nacional de sus estados.

En España, otro problema importante es la Justicia, por el colapso que hace que vuestro trabajo muchas veces se quede en nada. ¿Crees que un sistema como los JIRS de Francia podría ser aplicable y efectivo aquí?
En España tenemos jueces muy implicados, pero realmente les es muy difícil llevar a cabo su trabajo contra el crimen organizado y compatibilizarlo que el día a día de sus juzgados. Pienso que juzgados especializados como los de Francia de forma complementaria a los juzgados centrales de Instrucción serían muy importantes en la investigación de estos complejos delitos. La Fiscalía Antidroga tiene delegados en muchos lugares de España y un firme compromiso con la realidad actual en nuestro país, y lleva a cabo un gran número diligencias de investigación sobre narcotráfico. Para luchar contra el crimen organizado transnacional, potente económicamente y con gran capacidad de corromper y alterar las reglas normales en el juego del mercado, necesitamos mejoras legales y apoyar a juzgados especializados.

Hasta ahora solo hemos hablado de cocaína, pero, ¿cómo está la situación en cuanto a la entrada del resto de sustancias?
El hachís, la marihuana y la cocaína son las drogas más consumida y que más problemas están dando en Europa. La Policía lleva a cabo planes especiales para luchar contra el cultivo de marihuana y las organizaciones que se aprovechan del mismo, y también planes especiales en las zonas donde más entrada de cocaína hay. Esto mismo también lo hacemos en los puertos, en los que atacamos la entrada de droga y la corrupción que pudiese existir. La colaboración internacional es crucial para poder combatir en todos estos frentes. Nuestros policías están muy preparados y motivados para continuar esta lucha. Además de las drogas señaladas, preocupan en toda Europa otras como la metanfetamina, y la posible llegada de opiodes sinténticos, como los nitazenos y el fentanilo. A día de hoy, si el consumidor quiere un opioide recurre a la heroína, que llega en cantidades pequeñas pero suficiente para suministrar a sus demandantes.

¿Qué se necesita mejorar?
No podemos bajar la guardia en esta lucha. Nos tenemos que adaptar a los nuevos tiempos y a esta nueva criminalidad. Tenemos que velar por la seguridad de nuestros policías y de la ciudadanía. Necesitamos poder investigar con buenas herramientas técnicas y con gran rapidez. La Udyco Central se caracteriza por su gran adaptabilidad, especializada en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado y con gente muy preparada, con una actitud determinada a perseguir a los líderes de los grupos más importantes. Sus integrantes están convencidos de que su trabajo diario y sacrificado tiene repercusión en la seguridad de los ciudadanos.

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