El pleno de Pontevedra entierra la A-57
El pleno municipal de Pontevedra entierra la A-57. Una moción del PP enmendada por el PSOE y también por el BNG insta al Gobierno central a renunciar de forma definitiva a los dos tramos pendientes de la autovía entre A Ermida y Curro. La iniciativa fue aprobada este lunes por unanimidad, pero con ciertos matices a derecha y a izquierda.
Los tres grupos de la Corporación estuvieron de acuerdo en rechazar que se remate la construcción de la también llamada circunvalación. "Ha perdido toda su utilidad", aseguró el portavoz popular, Rafa Domínguez. "É un sinsentido", añadió el líder socialista, Iván Puentes. "Agardemos que supoña a resolución definitiva a este disparate", añadió el concejal de Infraestruturas, el nacionalista Cesáreo Mosquera.
La plataforma de afectados, que llenó por primera vez el nuevo salón noble de la Casa Consistorial, aplaudió el pacto plenario. "É un paso importante. Pero hai que chegar a Madrid e defendelo alí coa forza que se debe, para que o Ministerio saiba que este diñeiro e ese gasto aquí non serve e que non siga adiante con este tema", manifestó la portavoz vecinal, María del Carmen Tenorio, al término del debate, en el que se exhibieron carteles en contra de esta obra y en favor de la gratuidad de la AP-9.
El testigo pasa al Gobierno
La mirada de todos, de políticos y vecinos, está puesta ahora en el Gobierno central, que es el que tiene competencias para confirmar si renuncia o no a esta autovía. El subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Abel Losada, manifestó públicamente su oposición a la circunvalación la semana pasada. Y Mosquera desveló que el secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, sugirió en la entrevista que el pasado mes de enero mantuvo con el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, que la obra no se va a ejecutar. "Deunos a entender claramente que o Ministerio ía renunciar á A-57", señaló el edil del BNG.
El coste de la actuación y el impacto en edificaciones y en el medio ambiente son algunos de los argumentos que se esgrimen desde Pontevedra para tratar de paralizar este proyecto, que ha vuelto a evidenciar el enfrentamiento que mantienen PP y PSOE desde el inicio del mandato. Sus portavoces fueron los únicos partidos que recibieron el aplauso directo del público tras sus intervenciones. No así el BNG.
¿Qué se ha votado sobre en la moción?
La moción sobre la A-57 gira en torno a cinco acuerdos. El texto original, del PP, solicita al Gobierno central que no construya los dos tramos pendientes de la autovía A-57. Y también reclama a Madrid que libere la AP-9 para que sea gratuita. Ambos puntos recibieron el apoyo de PSOE y BNG.
Pero la propuesta popular fue modificada a través de las enmiendas socialistas. En una de ellas se pide que sea la Xunta y no el Estado, como pretendía el PP, quien desdoble la carretera de Ponte Caldelas (la PO-532) para conectar el primer tramo de la autovía con el polígono industrial de O Campiño. Puentes recordó que tanto la PO-532 como el parque empresarial son de titularidad autonómica.
Finalmente, este punto se cambió tras pedirlo in voce Domínguez, que propuso no poner el nombre de ninguna institución para que "en vez de la Xunta ponga la administración competente". Así lo aceptó el PSOE, no sin antes reprochar a los populares de falta de "valentía". "Un demostra que é valente cando llo pide ao seu partido", dijo Puentes sobre la mejora de la conexión entre el primer tramo de la A-57 (que va de Vilaboa a A Ermida) con O Campiño.
La segunda enmienda socialista dio más contenido a otra petición del PP, que solicitaba formalmente al Gobierno de España "que destine el coste que supondría la continuidad de la autovía A-57 a ejecutar otras actuaciones en Pontevedra". El texto final reclamará a Madrid que estas partidas se utilicen para ejecutar los 28 kilómetros de la autovía hacia el Sur de la provincia, entre Vilaboa y O Confurco (Ponteareas), "permitindo así a conexión directa de Pontevedra con Ourense, a Meseta e Portugal por autovía libre de peaxe".
La última de las enmiendas llevó la firma del BNG, que añadió a la moción un nuevo punto: solicitar formalmente a la Xunta la mejora del trazado y el aumento de la capacidad de los aproximadamente once kilómetros de la carretera PO-224, entre Ponte Bora y San Antoniño (en Barro), que es de titularidad autonómica. Los nacionalistas piden que se estudie la prolongación hasta Curro para "resolver a conexión entre o Norte e o Leste de Pontevedra".
Mosquera aseguró que los afectados "teñen toda a razón do mundo", lo mismo que destacó Domínguez, que señaló que gracias a esta unanimidad plenaria "muchos vecinos van a dormir más tranquilos" al tiempo que instó a las autoridades que este acuerdo "no se quede en papel mojado". Puentes concluyó que las reivindicaciones vecinales son "xustas e razoables", pero recordó que el trazado de la A-57 la diseñó el gobierno de Mariano Rajoy (PP).

